Antiguamente, los pasajeros eran pesados antes del embarque para asegurarse que el límite de la aeronave no se sobrepasaba, y que el centro de gravedad estaba correctamente centrado. Después, esto dejó de hacerse por cuestiones de eficiencia, al ser los aviones más grandes, más potentes y para no perder ni un minuto de tiempo sin ganar dinero por parte de las aerolíneas.
El sistema de báscula fue sustituido por un peso estadístico medio, que se asigna a cada pasajero según si es hombre, mujer o niño (y el equipaje que lleve). Este sistema suele funcionar, pero debe actualizarse cada tiempo (el peso medio de las personas, por el estilo de vida, tiende a aumentar). Si no, las consecuencias pueden ser mortales, como en el caso del vuelo 5481 de Air Midwest.
Un ejemplo más reciente, y por fortuna sin consecuencias más allá de la anécdota, fue el caso de un vuelo entre Birmingham y Palma de Mallorca, el pasado julio. El Boeing 737 de Tui despegó con un exceso de 1244 kg respecto a lo estimado, y por tanto, despegó a una velocidad inferior de la que debería teniendo en cuenta su masa real, concretamente, 1 nudo (unos 1.8 Km/h).
En este caso la diferencia de velocidad de despegue necesaria y calculada es mínima, y el Boeing pudo despegar sin ningún tipo de problemas. Pero si el exceso hubiera sido mayor, o bien las condiciones de despegue más extremas (pista mojada, helada o mucha temperatura), la situación podría haberse vuelto crítica.
El motivo del error, investigado por la AAIB (la agenció de investigación de incidentes y accidentes aéreos británica) y calificado por esta como "incidente grave", estuvo en una confusión con el sistema de reservas. 38 mujeres eligieron el tratamiento de "Miss" al de "Ms", identificándolas el sistema de reserva como niñas, y suponiéndole un peso de 35 kg (en lugar de los 69 kg correspondientes a una mujer adulta).
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