21 abr 2020
La crisis del coronavirus se cobra una segunda aerolínea
Ayer nos hacíamos eco de un Boeing 777 de Virgin Australia, que había cubierto la ruta Paris - Brisbane sin escala, en 20 horas. Hoy Virgin Australia vuelve a protagonizar un post más de este blog, con toda seguridad el último que protagonice.
La segunda aerolínea más importante de Australia, después de Qantas, ha entrado en suspensión de pagos, después de que el gobierno conservador australiano rechazara la inyección de 821 millones de euros para paliar una deuda acumulada de 2814 millones de euros.
La aerolínea fue fundada en 2000 con el nombre de Virgin Blue. En 2001, aprovechando el hueco de mercado dejado por Ansett (principal competidora de Qantas), Virgin Blue se consolidó como una de las principales aerolíneas australianas, y la principal aerolínea "low cost" del pais (obligando a Qantas a fundar su filial de bajo coste, JetStar, en 2004). En 2006 cambió de nombre al actual, y empezó a operar vuelos internacionales al Sudeste Asiático y al resto de Oceanía. En 2008 fundó V Australia para operar vuelos de largo recorrido a Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos, proyecto que fracasó y tuvo que reintegrarse en Virgin Australia en 2011.
Virgin Australia cuenta a día de hoy con 10000 trabajadores y una flota de compuesta por ATR72 (8), B737 (79), A330 (6) y B777 (5). Se trata de la segunda aerolínea que se lleva la crisis del COVID-19, después de Germanwings.
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