31 dic 2020

La hazaña del Pacific Clipper

Hace unos meses, hablamos de los Martin M-130, tres hidrocanoas usadas por la PanAm para sus vuelos transpacíficos (y también sobre sus siniestrados destinos). Estos Martin fueron sustituídos por los Boeing 314 Clipper, hidrocanoas que realizaron su primer vuelo en junio de 1938, y de la que se fabricaron 12 unidades. Una de esas unidades, el Pacific Clipper, se convirtió de manera accidental en la primera aeronave comercial en dar la vuelta al mundo.


El 7 de diciembre de 1941, el Pacific Clipper estaba volando entre Nueva Caledonia y Nueva Zelanda, terminando su largo trayecto desde San Francisco. A bordo, el capitán Robert Ford y otras diez personas. Entonces, Ford recibió por radio el aviso de que el Imperio de Japón había atacado a la base estadounidense de Pearl Harbor (Hawaii). En ese momento, el Boeing 314 se encontraba en la otra punta de un océano dominado por el enemigo. Además, el diseño de los cuatro motores, Wright Double Cyclone, eran secreto de estado, y no podía caer en manos de Japón. ¿Cómo regresar a casa?


 

Por suerte para ellos, la declaración de guerra no fue del todo inesperada. El Gobierno de Estados Unidos, previendo algo así, había dado un sobre certificado con un plan de huida, y que solo podía abrir el capitán cuando el ataque japonés ocurriera. 

El plan era regresar a casa, pero no por el camino más corto, si no por el más largo, de 38000 Km. Todo ello, con el menos apoyo posible, ante un sudeste asiático que estaba siendo invadido en cuestión de horas por los japoneses. La única preparación para el largo viaje: la bandera estadounidense fue borrada para evitar que fuera reconocida como una aeronave enemiga.

Alguno de los inconvenientes que Ford encontró en sus 38000 Km de viaje, fueron:

  • Al sobrevolar Indonesia (por entonces, colonia holandesa), estuvo cerca de ser derribado por dos aviones ingleses, que no pudieron identificar a la aeronave (hasta que vieron los restos de la bandera estadounidense borrada).
  • En Java (Indonesia), no había la nafta de 100 octanos que necesitaban los motores del Boeing 314. Tuvieron que echarle nafta para automóviles, provocando múltiples fallos en los motores a lo largo de la ruta entre Java y Sri Lanka (por entonces, Ceylán).
  • Durante esta ruta tuvo que sobrevolar muy bajo, y estuvo a punto de ser derribado por un submarino japonés.
  • En Ceylán sí encontraron el combustible que necesitaba, pero al despegar, un motor explotó. El mecánico detectó la pieza que falló, y tenían repuesto, pero no la herramienta para ponerla. Un barco de guerra inglés tuvo que prestársela. El avión pudo despegar rumbo a Karachi (Pakistán, India Británica).
  • En Baréin tampoco había combustible.
  • Al intentar despegar de Sudán, tuvo otro fallo en otro motor. Pero al no tener repuesto, decidió seguir así, a pesar del riesgo de incendio.
  • Al despegar del Congo belga, estuvieron a punto de caer por unas cataratas, ya que el cargado avión no conseguía elevar el vuelo. Los motores, a máxima potencia durante más del tiempo recomendado, estuvieron a punto de explotar, pero soportaron.

Las últimas dos escalas, en Natal y Trinidad y Tobago, fueron más calmadas. El avión aterrizó en LaGuardia (Nueva York) el 6 de enero de 1942, un mes después.



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