Tras varios modelos turbohélices, como el DC-4, DC-5, DC-6 y DC-7; dio el salto a los turborreactores presentando el DC-8. En ese momento, la situación económica de la empresa no era la mejor, lo que hizo que Douglas Company se fusionara en 1957 con McDonnell Aircraft Corporation (fabricante de aviones militares), dando lugar a la McDonnell Douglas.
Este modelo no fue el éxito en ventas que esperaban. Para resarcirse, entraron en la competición del desarrollo de un trimotor de fuselaje ancho. Nació así en 1970 el McDonnell Douglas DC-10. Ya hablamos de esta aeronave en otro post, sobre su concepto de diseño y sus fallos.
Pero unos años antes, lanzó el McDonnell Douglas DC-9, una aeronave de corto-medio recorrido, capacidad moderada (unos 100 pasajeros), fuselaje estrecho, dos motores en la parte trasera y cola en forma de T. Esta aeronave tuvo mucho éxito, consiguiendo vender casi 1000 unidades.
Sin embargo, a medida que evolucionaba el mercado de la aviación, su capacidad se convirtió en un inconveniente; además de su elevado consumo de combustible. Para arreglar esto nació la familia de los MD: 81, 82, 83, 87, 88 y 90 (de distintas capacidades y con mejoras tecnológicas).
Pero ni la familia de los MD (a la que había que sumarle el McDonnell Douglas MD-11, la versión mejorada del DC-10) pudo mejorar la situación económica de la McDonnell Douglas, que finalmente fue comprada por Boeing en 1997, por 13 milones de dólares.
Y si bien la McDonnell Douglas desapareció, había dejado un proyecto pendiente: su MD-95, una aeronave que ya tenía varios pedidos. Tras pensárselo, y puesto que ya estaba completamente diseñado, decidieron tirar con el proyecto. Y así nació el Boeing 717.
No se trata de la aeronave más exitosa del mundo, pero sí de una aeronave bastante fiable y de fácil mantenimiento. Un buen final para la historia de los aviones con motores en cola, de los que cada vez quedan menos. A España llegaron de la mano de la filial balear de Spanair, y tras pasar por la efímera Quantum Air, acabaron en Volotea; que no tardará en deshecharlos de su flota.
Pero ojo, no es el único Boeing 717. Tras el Boeing 707, se decidó mantener la numeración 7X7 a medida que fueran desarrollando modelos (por ejemplo, el último Boeing es el 787, y el próximo, si lo hay, será el 797). La versión tanque del 707, para repostar en el aire, se llamó inicialmente Boeing 717, pero después se le cambió a Boeing KC-135.
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