Durante un vuelo entre las ciudades egipcias de Sharm Al Seikh y El Cairo, el pasajero Abdullah Seyd Ahmed intentó abrir las puertas del avión (mientras volaba a 8000 metros de altura), para discutir con Dios sus problemas.
Al parece, una vez detenido, les dijo a los policía que había perdido un trabajo importante y al estar tan cerca de Dios, decidió discutirlo con él.
Información en InfoBAE.com
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