Hace unos días (el 13 de agosto para más señas), un grande y hermoso B777 de Qatar Airlines surcaba los cielos de la siempre exótica China. Pero una gran tormenta (bueno, no tan grande) se había propuesto retrasarlo. El avión intentó esquivarla, pero como tenía poco combustible decidió aterrizar en el moderno aeropuerto de Hongquiao.
Mientras, en tierra, otro avión (este más pequeño y menos hermoso) de Juneyao Airlines estaba en tierra esperando despegar. El piloto, de la vecina Corea, recibió el aviso de que su compañero debía despegar y que se tenían que esperar un poco. Este, envidioso del otro avión y con algo de prisa, decidió desobedecer al todopoderoso Controlador. El Controlador insistía, pero este se negó hasta seis veces.
Al final, el avión de Qatar consiguió aterrizar en otro sitio y el avión de Juneyao despegar.
Y dejando atrás todo este cuento y volviendo a la noticia, la aerolínea fue sancionada y al piloto se le prohibió volar otro avión en China (se podía decir que es la moraleja).
Información en ExtraCrew.com
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