Pero, ¿qué papel tiene en el proceso de despegue las condiciones del aire? El aire, como cualquier gas, se ve muy influenciado por la temperatura y la presión.
La temperatura por ejemplo, tiene el efecto de hacer el aire menos denso. Por tanto, en climas cálidos, se necesita mayor fluyo de aire en las ala (mayor velocidad) para generar la sustentación necesaria para el despegue. Por tanto, para despegar de un aeropuerto cualquiera, necesitas más pista un día cálido que un día frío.
La presión también tiene mucho que decir. Y más que la diferencia de presión entre un día con anticiclón y otro con borrasca (que es una diferencia muy pequeña), influye más la reducción de la presión atmosférica a medida que aumenta la altitud de la pista sobre el nivel del mar. Por ejemplo, la densidad del aire de una pista a nivel del mar es 1.2 Kg/m3, y la densidad del aire de El Alto (Bolivia) es de 0.8 Kg/m3 (a temperatura ambiente). Por tanto, en El Alto me va a costar más despegar que a nivel del mar.
A la hora de configurar los flaps y V1, estos factores se deben de tener en cuenta.
Normalmente, los aeropuertos a gran altura suelen ser aeropuertos fríos, por lo que los dos factores tienden a contrarrestarse, y el despegue tampoco se dificulta mucho. Sin embargo, hay un pais del mundo donde esto no ocurre: México. En este país, la mayor parte del territorio se encuentra por encima de los 2000 Km, y dominan los climas cálidos.
Como medida de seguridad, los Boeing 727 de Mexicana de la Aviación, instalaron en la parte de atrás seis cohete (sistema llamado RATO, despegue asistido por cohetes) por si, en caso de quedarse sin pista una vez sobre pasada la V1, activarlos y obtener un empuje extra que permitiera a estos trimotores alzar el vuelo. También se podían usar en caso de fallor de motor. Los seis cohetes se activaban de dos en dos, en intervalos de 10 segundos.
Aquí podéis ver la información original en Microsiervos
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