Con las presidenciales estadounidenses a unos meses, el candidato republicano y presidente Donald Trump está apretando el acelerador en uno de los ejes de la política exterior de su Administración: la mejora de relaciones entre paises árabes e Israel (dejando de lado a Palestina). Un símbolo de esta mejora fue el primer vuelo comercial entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, que tuvo lugar el pasado lunes, y que supuso un hito en las relaciones entre estos dos países. El vuelo, operado por El Al con un Boeing 737 (equipado con sistema antimisiles), realizó la ruta entre Tel Aviv y Abu Dabi con la palabra "paz" pintada en su fuselaje en tres idiomas (inglés, hebreo y árabe). Para aumentar el simbolismo, Arabia Saudí permitió al Boeing israelí sobrevolar su espacio aéreo, acortando varias horas la ruta.
El vuelo fue respondido por parte de los extremistas con dos explosiones en las dos principales ciudades del país emiratí (Abu Dabi y Dubai), la primera con un muerto y la segunda (cerca del aeropuerto) con dos. Las autoridades las han atribuido a "explosiones de gas". Tampoco ha sentado bien a las autoridades palestinas el vuelo, que ven como con este movimiento, pierden a uno de sus principales aliados en el mundo árabe.
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