

Básicamente, porque iba vacío, ya que regresaba de un vuelo de repatriación de ciudadanos franceses que vivían en Australia. Si no hubiera sido por este hecho, la hazaña hubiera sido imposible. La aeronave despeguó con 144 toneladas de queroseno, y aterrizó en Brisbane con solo 6.
Por tanto, al estar la aeronave vacía, no se puede considerar un vuelo comercial, y el récord lo sigue teniendo el Dreamliner de Air Tahiti Nui. Los vuelos experimentales de Qantas, entre Nueva York y Sydney sin escalas, aunque más largo que el vuelo de la aerolínea polinesia, tampoco se puede considerar comercial, ya que a bordo viajaban científicos y pasajeros voluntarios para analizar su fatiga.
Información en SimplyFlying.com
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