Se puede decir que uno no es un auténtico viajero hasta que no te afecta una huelga de controladores franceses. Y es que los controladores del país vecino, tienen un historial reivindicativo que se remonta a los años 60, y que lleva dejando en tierra a generaciones de viajeros españoles (porque sí, asi cualquier ruta España - Europa pasa por espacio aéreo francés).
Pero hubo una huelga de controladores franceses que pasará a la historia negra de la aviación comercial española: la de marzo de 1973. La huelga se prolongaba ya varios días, y el Gobierno francés decidió utilizar controladores aéreo militares para aliviar el caos.
El mediodía del 5 de marzo, un DC-9 de Iberia (68 ocupantes y 40 que procedían de Menorca y habían perdido el avión, Palma de Mallorca - Londres) y un Convair Coronado de Spantax (107 ocupantes, Madrid - Londres) sobrevolaban la Bretaña a 9000 metros de altura, en medio de un mar de nubes. Se disponían a pasar sobre el VOR de Nantes. En la imagen, las aeronaves involucradas:
El Iberia anuncia que se retrasarán dos minutos en sobrevolar el VOR, y ordenan al Spantax que haga tiempo hasta las 13:00 para sobrevolar el VOR.
Para hacer tiempo, el Spantax solicita al controlador ponerse en posición de espera, jerga de aviación comercial que el controlador no entiende. El piloto decide entonces efectuar un giro de 360 º para retrasar su llegada al VOR, que notifica al controlador. Y en ese giro, ocurre lo peor sobre La Planche (25 Km al sur de Nantes).
El DC-9 choca con una de las alas del Convair Coronado, perdiendo este casi 2 metros de alas. El DC-9 se desintegra, falleciendo todos sus ocupantes. Mientras, los pilotos del Convair Coronado consiguen estabilizarlo, y 27 minutos después, consiguen aterrizar en Cognac (a 160 Km al sur del lugar del impacto).
El Gobierno francés no tardó en culpar a los pilotos del Spantax del accidente, y pasaron la noche retenidos hasta que la embajada los liberó. Las dos compañias tenían claro que la culpa había sido del control aéreo, y tras una sentencia y un recurso, la mayor parte de la responsabilidad acabó recayendo en el control aéreo, y exculpando a los pilotos.
Curiosamente, ese mismo día, un Sud Caravelle de la otra aerolínea más importante del pais, Aviaco, se estrelló contra el océano Atlántico mientras intentaba aterrizar en Funchal (Madeira). El avión no iba con pasajeros, y fallecieron los tres miembros de la tripulación. De estos dos accidentes hablamos en 2011 en este post, pero con menor detalle.
Información en Medium.com
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