Los dos trozos se estrellaron cerca de Srbská Kamenice, muy cerca de la frontera con Alemania (en aquel momento, Alemania Oriental). Cuando un vecino, Bruno Honke, llegó a la zona del accidente, entre restos y cuerpos, se encontró que una de las azafatas, Vesna Vulovic, seguía viva. Gracias a que fue médico durante la Segunda Guerra Mundial, pudo atenderla hasta que vinieron los servicios de emergencia.
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Según la versión oficial, una bomba de un grupo independentista croata (Ustacha), había explotado en la bodega delantera del avión, partiéndolo en dos. Pero, ¿realmente fue así?
A los poco días, la prensa se hizo eco de que el avión había descendido y cambiando de ruta, probablemente por algún fallo técnico. Entonces, había sido detectado como una amenaza por el rádar militar, siendo derribado por un misil tierra-aire o un caza. Cerca, se encontraba una base con misiles nucleares soviéticos, y cerca el secretario general soviético Leonid Brézhnev estaba de visita de Estado. A lo largo de los años, esta teoría se ha visto reforzada. A pesar de ello, Vesna sigue conservando su récord, según el "Libro Guinness de los Récords".
Un secreto más de los muchos que ocurrieron, al otro lado del "Telón de Acero".
Información en ABC.es
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