23 dic 2010

Aviones supersónicos de pasajeros

Desde que en 1947 el Bell X-1 rompiera la velocidad del sonido, el proyecto de un avión supersónico de pasajeros se convirtió en la próxima meta de la aviación. Pero a mediados del siglo pasado, la tecnología no había avanzado suficiente para que un avión de gran capacidad surcara los cielos más rápido que el sonido.

Muchos fabricantes empezaron a trabajar en busca de ese concepto que revolucionaría el transporte de largo alcance.


En Europa

Sud Aviation buscaba mejorar sus ganancias después de que el Caravelle se convirtiera en el avión de moda en Europa. Así surgió el proyecto de Super-Caravelle; un avión de ala delta, capacidad para 70 pasajeros, 2000-3000 Km de alcance y con capacidad para alcanzar Mach 2.

Al otro lado del Canal de la Mancha, la empresa inglesa Bristol trabajaba en un proyecto muy parecido: el Bristol 223. La única diferencia con el Super-Caravelle era la capacidad (100 pasajeros).

Estos dos proyectos fueron fusionados y los logros conseguidos por ambos dieron origen al Concorde; hoy por hoy el único avión supersónico de pasajeros con éxito.

Tras el Telón de Acero, Tupolev preparaba la sorpresa; el Tu-144. Seguía siendo de ala delta, pero con alcance de 6500 Km, 2,35 Mach y capacidad para 140 pasajeros. Pero en junio de 1973, uno de los prototipos se estrelló en el Paris Air Show.


En América

Boeing también hizo sus pinitos en la aviación supersónica con el Boeing 2707. Era muy parecido a los anteriores, y llegó a tener muchos pedidos (incluidos de Iberia); pero la presión (altos coste de mantenimiento, impacto ambiental...) hicieron que el proyecto se olvidara.

El otro fabricante americano, Lockheed, comenzó el proyecto del L-2000; que prometía más velocidad (3 Mach); pero tuvo la misma suerte que los anteriores.


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